“Nosotros no podemos prohibirle a la gente que se ilusione, pero vamos a mantener la idea de siempre, que es encarar el torneo para pelear arriba. Estamos a tres puntos del puntero y con un partido menos, por eso hay que estar tranquilos”.
Pablo Marini, DT de Newell's, en Ovación y El Ciudadano.
Todavía es prematuro pronosticar cómo terminará este proyecto de Newell's con Marini a la cabeza, pero ya hay algunas cosas que parecen claras. El entrenador rojinegro tiene ideas y convicciones muy firmes. Sabe cómo estimular y motivar a un plantel sin grandes figuras pero con un par de buenos jugadores. Le dio una identidad y una forma de jugar al equipo. Y tiene muy asumido que sus objetivos son a largo plazo, a 38 fechas, por más que los resultados pongan a Newell's en la zona más alta de la tabla de posiciones y los hinchas se ilusionen con pelear por algo importante. No es poco para un equipo que necesita sumar muchos puntos, no para aspirar a algún título, que sería una yapa, sino para salvarse de jugar la promoción con otro de segunda categoría o incluso del descenso directo. Anoche jugó un partido formidable ante Vélez, esa especie de cuco que juega bárbaro un partido y al siguiente se pierde en la instrascendencia. Frente al equipo del bigotón La Volpe, Newell's mostró con más claridad que nunca desde que comenzó el campeonato cuál es su apuesta para quedarse en primera, si es posible sin sobresaltos. Su fortaleza comienza en la defensa. Usa el medio campo para recuperar la pelota más que para jugar. Y contragolpea. Por momentos parece un equipo inglés: pases largos, mucha velocidad en el transición de la defensa al ataque y mucha dinámica. Anoche lo hizo muy bien. Tanto que cuando faltaban 30 minutos la sensación era que el partido estaba ganado. Jugando así, cómo no ilusionarse.
No hay comentarios:
Publicar un comentario