¿Paridad?

"Paridad absoluta: desde 1975 Central y Newell's ganaron 22 clásicos cada uno"

Título de una nota de Carlos Durhand, en Ovación.

Las estadísticas son siempre complicadas y pueden servir para demostrar cualquier cosa, entre otras razones porque son fáciles de manipular. Es lo que hace el periodista Carlos Durhand, quien toma caprichosamente un período (desde 1975 hasta el presente) para poder hablar de "paridad absoluta" en los enfrentamientos entre Central y Newell's, el gran clásico de la ciudad. Su nota en la edición on line de La Capital provocó un vendaval de comentarios en la web del diario, en los correos electrónicos de la sección y de carta de lectores, y en el del propio Durhand. En todos los casos eran indignados hinchas canallas que le enrostraban precisamente eso: su forzada fijación de un lapso para no tener que hablar de la paternidad de Central, que en realidad ha ganado 10 clásicos más que Newell's desde que hay registros oficiales de sus enfrentamientos. Alguien llegó a sugerirle que tomara los últimos diez partidos, a ver a qué conclusión llegaría. Aunque a veces los hinchas de Central y de Newell's ven fantasmas donde no los hay, esta vez los canallas parecen tener razón.

Empate

"Ojalá empatemos"

Ricardo Caruso Lombardi, director técnico de Newell's, en Ovación.

La declaración tiene un par de días, pero mantiene tiene rigurosa actualidad. Es lunes y el próximo sábado Central y Newell's juegan en Arroyito una nueva edición del clásico rosarino. Ricardo Caruso Lombardi, que sufre de incontinencia verbal, no para de hablar. Y cada frase suya podría merecer una entrada en este blog. Caruso, como todos los que hablan mucho y piensan poco, dice tantas cosas que pierde coherencia, se contradice (ver la entrada anterior: "Humilde") y termina confundiendo: uno no sabe si es o se hace. Ahora dice que quiere empatar. En realidad lo dijo antes de que se jugara la 8ª fecha, aunque uno supone que después de los resultados del fin de semana (Gimnasia de Jujuy 1 - Central 1 y Newell's 1 - Tigre 1) debe estar todavía más interesado en que no haya un ganador. A Newell's le servirá, claro, pero su declaración no hace más que abonar las crecientes rumores sobre un arreglo para que efectivamente el clásico no tenga un ganador. Y eso sí que sería grave, mucho más que las poco serias declaraciones de Caruso. Quizá no exista ningún arreglo, es decir una reunión formal y secreta entre representantes de los dos clubes para pactar un empate, pero lo que es seguro es que la sensación de que a los dos les vendría muy bien no perder contra el rival de toda la vida les caería como un regalo del cielo en un momento crucial del campeonato. No es nuevo que centralisas y ñulistas (jugadores, cuerpos técnicos y por supuesto también hinchas) piensen primero en no perder contra el otro antes que en ganar, pero sería condenable que lo acordaran y jugaran para eso. En cuanto a Caruso, quizás sería mejor que hablara menos. Los diarios tendrían menos títulos, es cierto, pero no llenarían tantas páginas con frases de ocasión cuya seriedad, como mínimo, habría que poner en duda.

Humilde

"No hay que decir que uno es humilde, hay que serlo".

Ricardo Caruso Lombardi, director técnico de Newell's, en El Ciudadano.

Qué suerte que Ricardo Caruso Lombardi sea un tipo humilde. Es difícil imaginar cómo sería si fuera soberbio. Caruso habla tanto que ya cansa. Y de tanto que habla se muerde la cola a cada rato. Ahora salió a responderle a su colega Leonardo Madelón, el de Central, quien había dicho -vaya a saber en qué contexto y de qué manera- que después de ver el partido entre Newell's y Lanús le dolían los ojos. Es probable que Madelón se haya equivocado, pero algunas de las respuestas de Caruso dan risa. Dice: "Yo hablo de Newell's, no me corresponde hablar de Central", y segundos después dispara: "Qué raro que no se quedó ciego viendo Colón-Central". ¿En qué quedamos? Otro ejemplo: "Ganó dos partidos seguidos y se subió al caballo", se enoja ante los periodistas y al ratito agrega: "Newell's está un punto arriba de Central, avísenle por si no se enteró". Y hay más ejemplos, muchos más. Menos mal que el tipo es humilde y no lo dice. ¿Alguien puede imaginar lo insoportable que resultaría si fuera soberbio y encima lo proclamara?

Preguntas

"_¿Por qué la recuperación se dio ahora y no antes?
_Qué se yo, es difícil de explicar."

Santiago Salcedo, delantero de Newell's, en El Ciudadano.

Respuesta poco común para una pregunta que debió formularse de otra manera. Salcedo disfruta el buen momento de Newell's y el suyo, pero no tiene una explicación inmediata para explicarlo. Y es que no es fácil. ¿Es acaso Ricardo Caruso Lombardi un genio del fútbol que en apenas días supo cómo cambiar a un equipo que sólo acumulaba fracasos y en ocho días encontró la fórmula para ganarle a Boca y a Independiente, el segundo y el primero en la tabla de posiciones del torneo Clausura? ¿Es un gran motivador? ¿Pablo Marini no lo era? ¿Acaso la prensa deportiva no lo destacaba precisamente por eso? ¿Es la imprevista sucesión de victorias trascendentes una tendencia que indica que este Newell's de Caruso podrá jugarle de igual a igual a cualquiera para soñar con salvarse del descenso, o es sólo una casualidad? ¿No fue el partido con Vélez, cuando todavía estaba Marini, el mejor de Newell's en el torneo, justo antes de entrar en una racha que no le permitió ganar nunca más hasta la llegada de Caruso (en este blog se destacó la actuación del equipo rojinegro ante el de La Volpe, en el Colos)? Muchas preguntas y ninguna con una respuesta única y certera. En lugar de prodigarle loas al técnico, como haría la mayoría, Salcedo prefirió ser sincero y dijo que no tiene idea acerca de por qué Newell's ahora gana y antes no lo hacía. Bien por el paraguayo, que además de hacer goles importantes no inventa respuestas que no tiene.

Loco

"Acepté ser técnico de Newell's porque soy un loco. Está a la vista. Hasta mi familia me lo dijo. Pero la realidad es que no dudé un instante y además fue el único club que me llamó".
Ricardo Caruso Lombardi, flamante entrenador de los rojinegros, en El Ciudadano.

Hay técnico. Después de la renuncia provocada de Pablo Marini y de una búsqueda que se extendió por días e incluyó varios rechazos, el presidente de Newell's consiguió que Ricardo Caruso Lombardi aceptara dirigir al equipo. Qué curioso: Caruso renunció hace dos semanas en Argentinos porque fue apretado por la barra brava de ese club y ahora asume en otro cuyo técnico se fue por la misma razón. Así es el fútbol argentino. Así está. Caruso llega a Newell's casi por descarte. Y llega para salvarlo del descenso. Podrá trabajar tranquilo un par de partidos y luego todo dependerá de los resultados. Si consigue puntos su gestión podrá extenderse algún tiempo. Si le va mal terminará como Marini. Es difícil imaginarlo en el cargo hasta la última fecha del torneo Clausura 2008. Esta es una película con final abierto, pero con muchas chances de al final no sorprenda a nadie.

Técnicos

Pasaron cosas. Marini se fue de Newell's y Eduardo López no le encuentra sustituto. Nadie quiere dirigir al club rosarino, y no es precisamente por su posición en la tabla del campeonato de los descensos. Extraña situación si se tiene en cuenta que en el fútbol siempre hay gente dispuesta a hacer cualquier cosa. Una de las más comunes es que cuando todavía no terminó de irse un entrenador ya hay otro que está negociando su llegada. No es el caso del club del Parque.

Marini se fue porque no estaba dispuesto a que lo apretaran. El domingo lo hicieron, pero él resistió. El jefe de la barra brava de Newell's y empleado de López entró al vestuario y le dio un cabezazo. Es el tipo al que le dicen Pimpi, a quien el gesto no le salió gratis. El técnico respondió a su ataque con una trompada. Hubo insultos cruzados y ningún policía que custodiara a Marini y a los jugadores que acababan de perder con Central. El entrenador se enfrentó con dignidad a la patoteada, pero no quiso seguir porque sabe quién mandó a su agresor y no quiso exponerse a situaciones más complicadas. No vale la pena.

El apriete salió en los diarios, sobre todo en los porteños (Olé, Clarín, La Nación), y todo el ambiente futbolístico se enteró. Era improbable que la tapa de Olé del martes pasara desapercibida en ese ámbito por más que el miércoles Marini desmintiera todo (Olé, Clarín, La Nación). Quizás por eso ahora ningún técnico quiere venir a Newell's. Es casi seguro que es por eso, entre otras cosas porque la Asociación de Técnicos le sugirió a sus afiliados que no lo hagan. Durarían poco tiempo y el algún momento se enfrentarían a López y su ejército de violentos, liderados por Pimpi Caminos, el ex mechero (así le llama la policía a los ladronzuelos que roban en las tiendas del centro) que echó a Marini y que volverá a hacer lo mismo con el que lo suceda cuando el presidente de Newell's se lo ordene.

"El tigre se despertó y está empezando a morder".

Martín Arzuaga, delantero de Central, en Ovación.



Pasó el clásico y ganó Central. Fue un partido de pobres. Si estrellas, sin lujos, sin talento. Casi, casi, un partido de segunda categoría. Pero hay un ganador y un perdedor y ya se sabe que eso, en Rosario, divide a la ciudad en dos estados de ánimo colectivos. Con seguridad, en los próximos días pasarán cosas disparadas por este resultado. Esperen y verán.